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Cuando echas la vista atrás y piensas en tus momentos de escuela, recuerdas con mucha intensidad los viajes, los intercambios y todas esas actividades que se salían de lo habitual. Y parece que cuando llegas a la edad más adulta esas experiencias quedan relegadas al tiempo libre o de ocio.

El programa Erasmus+ es un programa europeo que trata de impulsar las perspectivas laborales y el desarrollo personal de una manera diferente a la habitual ya que la experiencia la vives en un país europeo y no es solo tiempo de ocio, te certifica tu formación.

El centro IES Valle del Cidacos ofrece este programa desde el curso 2014 y recientemente se ha ampliado para los grados medios. Esto significa que el alumnado matriculado en la Formación Profesional de este centro tiene la posibilidad de completar su formación y de poner en práctica su competencia lingüística en otro país con todo lo que ello conlleva (conocer otro idioma, otra cultura, afrontar retos, enfrentar miedos, entre otras muchas cosas).

Desde el centro se recomienda y se anima a que el alumnado y profesorado que, cumpliendo los requisitos exigidos, se apunte a este tipo de programas porque estamos convencidos de los beneficios que en todos los ámbitos (personal y profesional) se obtienen. Y es el caso de las alumnas Alba Cortés Díez y Teresa Zabal Vitoria que acaban de volver de Arezzo (Italia) tras tres meses de estancia.

Su experiencia y opinión personal es la mejor prueba de que este programa es un éxito.

“La primera semana fue un poco dura porque no sabía aún dónde iba a trabajar y mis compañeros ya habían empezado.

En la segunda semana todo fue a mejor porque me llevaron a mi empresa, empecé a trabajar y me di cuenta de que me gustaba mucho este trabajo y empezamos a conocer a más gente que también estaba aquí de erasmus.

Hemos viajado a muchos sitios: Florencia, Roma, Venecia, Milán, Bolonia, Lago di Como, las islas de Murano y Burano, Cortona, Pisa y Siena. Y cada viaje era completamente distinto al anterior.

En el trabajo cada día me iban mandado más tareas y al final las terminaba haciendo todas yo sola, veía gente con enfermedades o problemas que no había visto nunca y me hacía reflexionar mucho. Pero me gustaba mucho ese sentimiento de levantarme por las mañanas y estar contenta porque sabía que iba a trabajar de algo que me gustaba.” – Alba

“La verdad es que la experiencia está siendo inigualable, no me la esperaba así para nada, al ser un erasmus en el que venimos a trabajar no sabía lo que me iba a encontrar, pero ha sido todo increíble, hemos trabajado pero también hemos viajado muchísimo, nos lo hemos montado muy bien y no hemos parado casi en casa… destacaría sobre todo la independencia que coges aquí y lo intensas que son las relaciones, aprendes muchísimo, yo laboralmente porque me ha tocado un sitio de prácticas que en España no existe o no se da una educación así como tal y personalmente también, porque al final convives a todas horas con gente y no te queda otra que aprender y a la hora de viajar, buscar viajes, hostales, moverte en estaciones que no conoces….  se aprende también una barbaridad.

Le recomendaría la experiencia a todas las personas que puedan permitírselo, porque es algo que se vive una vez en la vida y si tienen la oportunidad que no lo duden. A mí, me daba mucha cosa, por el idioma, por las prácticas, por la gente… porque al final es gente con la que sí o sí vas a pasar tres meses de tu vida pero ha ido todo muy bien, el idioma al principio es una barrera, pero, al final, el italiano es muy parecido, y ninguno hemos tenido ningún tipo de problema, de hecho la mayoría ya hablamos algo y entender, entendemos todo. Y la gente…. la gente es lo mejor del viaje, porque son amistades diferentes y son amigos que te quedan ya para toda la vida, y nosotros nos hemos juntado gente de Andalucía, Cataluña y de La Rioja y ya estamos planeando el reencuentro (risas)”. – Teresa

Con motivo de Santa Cecilia, patrona de los músicos, los profesores de Música, Rubén Sáen y Álvaro Márquez, interpretaron cuatro dúos de Mozart adaptados para flauta y saxofón. Una bonita experiencia que permitió acercar a alumnos y profesores a la música clásica. Esperemos que  esta actividad  se repita más veces.